Salt Lake City, UT - El lunes 2 de agosto de 2021, la División de Gestión de Residuos y Control de Radiación de Utah (DWMRC) publicó su aprobación para que Energy Fuels, propietaria de White Mesa Mills, importe residuos radiactivos de Estonia y otros emplazamientos nacionales a su ubicación del sur de Utah.
En total, 12.092 ciudadanos y organizaciones presentaron comentarios sobre esta propuesta, conocida como Enmienda 10. Sólo 312 de esos comentarios apoyaban la importación de estos residuos. Sólo 312 de esos comentarios apoyaban la importación de estos residuos, por lo que 11.780 comentarios se oponían a la enmienda 10.
Esta decisión preocupa a grupos ecologistas como The Healthy Environment Alliance of Utah ( HEAL Utah) y Grand Canyon Trust. Les preocupa que esta decisión pueda convertir a Utah en un vertedero de residuos radiactivos internacionales. En el pasado, las empresas de Utah intentaron introducir residuos procedentes de fuentes internacionales, pero el público y los anteriores gobernadores lucharon y consiguieron detener esas propuestas.
"Cuando White Mesa Mill quiso importar residuos radiactivos en 2004, la gobernadora Olene Walker dijo ' ... si no nos plantamos ahora se acabó el juego. No puedes coger dos o tres y decir que eso es todo'", recordó Scott Williams, Director Ejecutivo de HEAL Utah. "Así que le pedimos al gobernador Cox que corrija este error, impida que estos residuos se envíen desde Estonia y mantenga el resto de residuos extranjeros fuera de Utah".
Las organizaciones también levantan la ceja ante las clasificaciones que han permitido esta aprobación. La DWMRC ha clasificado el material procedente de Estonia como mineral de uranio en lugar de residuos radiactivos, a pesar de que el contenido de uranio en los residuos es inferior al 1% en peso. Energy Fuels obtuvo inicialmente una licencia para procesar uranio sólo durante 15 años en la década de 1970; se le ha permitido continuar e incluso empezar a almacenar residuos radiactivos.
"Parece que el modelo de negocio de Energy Fuel en White Mesa Mill consiste en utilizar las lagunas de la normativa estatal y federal para importar residuos radiactivos extranjeros para su eliminación", afirmó Williams. "La División de Gestión de Residuos y Control de Radiación aparentemente no tenía la latitud reguladora para denegar esta solicitud sin una orden ejecutiva del Gobernador o una ley estatal elaborada por la legislatura".
Esta decisión también preocupa a las comunidades indígenas de los alrededores, que residen cerca de la planta de White Mesa y ya han sufrido sus efectos, como el envenenamiento de las aguas subterráneas.
"Ya es hora de que encontremos justicia medioambiental para la comunidad ute de White Mesa", afirmó Talia Boyd, responsable de Paisajes Culturales de Grand Canyon Trust. "La justicia medioambiental para los pueblos indígenas, en parte, significa el fin del colonialismo nuclear, y eso empieza por cerrar y limpiar esta planta de uranio".